El derecho de familia y el Covid-19 en el Perú

Como consecuencia de la pandemia y el aislamiento social que estamos viviendo, podemos observar que los problemas económicos y familiares se han agudizado, generando mucha incertidumbre y preocupación en la población.

Numerosas empresas se han visto obligadas a transformar sus procesos de trabajo a través de la modalidad remota y lamentablemente algunas tuvieron que cerrar al no poder sostener la cadena de pagos o hacer frente a sus deudas pendientes.

Como resultado de esta situación, muchas personas se han visto perjudicadas con reducciones de sueldos o perdiendo sus empleos y contratos, afectando así su economía y por ende el sustento de los gastos del hogar.

¿Cómo influye esta nueva normalidad en el derecho de la familia?

La crisis sanitaria nos ha obligado a permanecer más tiempo en casa, y esa “falta de libertad”, unida a los problemas ya mencionados líneas arriba, conlleva, en muchos de los casos, al aumento del estrés y el deterioro de la salud emocional de las personas. Todo esto puede traer consecuencias negativas en las relaciones familiares y de pareja, aumentando así los casos de agresiones, violencia familiar, divorcios, demandas de alimentos, tenencia de los hijos, separación de bienes gananciales, entre otros.

¿Está preparada la administración de justicia del país para hacer frente a esta problemática?

El trabajo en el poder judicial en el Perú siempre fue lento y burocrático. Con la aparición de la pandemia se ha complicado aún más su funcionamiento y los jueces y auxiliares jurisdiccionales no trabajan de manera normal. Algunos lo hacen de manera presencial o remota ( trabajan en su casa), asisten tres días a la semana en el horario de 9:00 a.m. a 2:00 p.m., las solicitudes o pedidos dirigidas al juzgado, por retardo, demoran en la producción de escritos o demandas por el secretario del juzgado y se viabilizan a través de correos electrónicos, pero en la mayoría de casos no contestan, resultando una indefensión a la tutela jurisdiccional efectiva establecida en nuestra Constitución del Perú, Artículo 139: Son principios y derechos de la función jurisdiccional,  inciso 03: La observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional.

Esta situación afecta el normal funcionamiento de la administración de justicia y hace que los procesos sean interminables y el sentido de justicia se alargue.

Tanto para las personas que recurren al poder judicial, como para los abogados, se convierte en pérdida de tiempo y horas de espera en la puerta de los juzgados, incluso muchas madres pierden días de trabajo.

Esta ineficiencia transforma el ideal de justicia en una simulación en el funcionamiento de la administración de justicia, desnaturalizando su sentido fundacional que establece la Constitución Política de 1823.

En estas condiciones actuales, se espera un mayor compromiso por parte de los auxiliares jurisdiccionales y una mayor diligencia y eficiencia de los jueces. Es importante apostar por la virtualización de la atención y citas con el juez, las audiencias virtuales, las solicitudes y pedidos a través de correos electrónicos, entre otros. Dependerá de ellos que nuestra justicia se parezca a un país del primer mundo o a uno africano.

¿Necesitas un abogado especialista en derecho de familia? Contáctanos para revisar tu caso y encontraremos juntos la mejor solución.